martes, 25 de junio de 2013


No es de esta asignatura pero me permito, dado el interés actual,  poner un extracto de un trabajo realizado para la signatura de POLITICAS CULTURALES.

 POLITICAS DE DIRIGISMO CULTURAL

Construir una cultura común es algo que a lo largo de la historia ha convenido al poder, quien en la búsqueda de legitimación de las instituciones de gobierno, trata de aportar una identidad homogénea.

En tal sentido, las políticas de dirigismo cultural son llevadas a cabo por quien ejerce el poder en su ámbito de acción. El caso más extremo lo encontramos en el Estado Francés y en el caso de España en las comunidades autónomas.

 El citado dirigismo cultural plantea un problema. Puede generar malestar social cuando, para alcanzar sus objetivos, atenta sobre determinadas identidades.

 En España, el criticado proteccionismo centralista estatal, está derivando en el proteccionismo autonómico hacia sus identidades; principalmente las lingüísticas, la denominada Inmersión lingüística: Una estrategia de cambio en las estructuras mentales de los ciudadanos, generando un estado de sumisión y pérdida de identidad a los individuos que no se ajustan a los patrones identitarios de la doctrina oficial autonómica. Eso sí, oculta tras el velo de la “espiral del silencio”. (Aspecto sociológico analizado por la politóloga Noelle Neumann).

 Según refleja el diccionario de términos del Instituto Cervantes la Inmersión Lingüística debería efectuarse de modo voluntario y fomentando actitudes de respeto hacia las lenguas implicadas, lo que conlleva la no marginación de ninguna de ellas, en cualquiera de los niveles de la enseñanza obligatoria[1].

BIBLIOGRAFIA

 
BARRIOS ESPINOSA E., GARCIA MATA J. “Los Programas de enseñanza bilingüe en la educación pública española: El tratamiento de la Interculturalidad”. UNIVERSIDAD DE MALAGA.
 
COLOMBO A. “Models de polítiques culturals: una aproximació des dels exemples” MODUL 3. UOC. PID_00147961




[1] Todos los expertos coinciden en afirmar que para que estos programas tengan éxito, deben efectuarse de modo voluntario y fomentarse actitudes de respeto hacia ambas lenguas”. CENTRO VIRTUAL CERVANTES. http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/inmersionlinguistica.htm
 

sábado, 1 de junio de 2013


MITJANS DE COMUNICACIÓ HISTORIA I PRESENT. (Y futuro)

Finalizando el semestre quiero trasladar a este blog, creado para la asignatura, mi idea acerca de lo que le depara a los medios de comunicación o cuanto menos a la profesión que hasta ahora los alimentaba, la de periodista: su extinción como especie al estilo darwiniano. Me explico:

Para Habermas es en la esfera de lo público donde se puede formar la opinión pública. Los ciudadanos concurren ahí voluntariamente bajo la garantía de expresar y escribir libremente sus opiniones respecto a temas de interés general.

Necesariamente se precisan determinados medios de transmisión y de influencia, tanto para obtener información como para exponerla públicamente. Durante el siglo XVIII la prensa política cobra un importante papel, se han convertido en portadores y líderes de la opinión pública. Las empresas periodísticas empiezan a alcanzar poder. De ahí hasta el fin de la “sociedad de la información” de Mattelard.

Tras las diferentes doctrinas organizativas (economía política de Adam Smith, el industrialismo de Saint-Simón, la científica división del trabajo taylorista, etc.) finalizada la II Guerra Mundial se impone la denominada sociedad de la información, una sociedad technotrónica, post-industrial; parte integrante entre los sistemas de valores y que acompañará hasta el final de las ideologías, momento en el que nos encontramos si exceptuamos la eterna religión y posiblemente entrando en una nueva era, la “sociedad del control”.

¿Control? ¿Sobre qué? Sobre todo pero, fundamentalmente sobre la información. De ahí que posiblemente en un periodo de tiempo no muy largo, veamos desaparecer una profesión, el periodismo.

El mundo ha entrado en crisis y entre las pérdidas que se podrían contabilizar encontramos la pérdida de credibilidad: en la clase política, en la economía, o en los periodistas; por citar unos pocos ejemplos. En realidad, no es que fueran creíbles anteriormente, pero por desconocimiento y en un acto de fe, la gente creía.

Los periodistas han pasado a formar parte de las élites, por tanto del poder y bajo su control. Se han entregado a él. El Estado como poder, algo tiene que ver en ello.

Si anteriormente el Estado actuaba frente a los “estados de opinión”, ahora quienes generan opinión están supeditados a él. Parece que son financiados por las administraciones, de no ser así, no subsistirían.

Cada vez más la opinión pública percibirá que se ha convertido en un simple eco de las élites del periodismo (tertulianos y lectores del guión programado para los tele-noticiarios). También en espectadores pasivos de los programas de cotilleo y entretenimiento. Ante tal circunstancia el periodismo, a mi juicio y al de cuanto menos Lluís Bassets[1], está próximo a su desaparición.

 



[1] BASSETS Ll., “El último que apague la luz”. (Madrid 2013) Santillana Ediciones Generales SL.